Las Alegrías invaden el espacio para dar inicio a un rito por la vida y la muerte, sus colores se mecen desde lo alto formando danzas al ritmo de sonidos latinos y de sus rostros sobresalen los pliegues del tiempo.
Su encuentro se ve interrumpido por Las Sombras, quienes rápidamente van reduciendo la idea de celebración para impregnar el ambiente de tristeza y pesadez. Los guerreros, llegan para enfrentar esa inevitable sensación, hacen gala de sus movimientos ágiles y fuertes, hasta que espantan una a una a las sombras.
Un nuevo cambio se avecina, el aire trae una nueva fragancia que acaba con la cordura de los guerreros y los convierte en mezclas de humano y animal, son las jóvenes, con su llegada, viene la fertilidad y el impulso vital para no desfallecer. Ellas otorgan un nuevo ritmo a la alegría de vivir.