Grises pero Felices

Esta obra itinerante, es el reflejo de esas ciudades congestionadas que en su afán de seguir una rutina, dejan de lado las cosas más simples e importantes, como compartir con los otros, mirarse a los ojos o el derecho a celebrar. 

 

Los ciudadanos grises, son hombres y mujeres, delgados y obesos, ellos van moviéndose uno a uno según el ritmo de las manecillas del reloj, hasta que las Alegrías cinco mujeres de corte ancestral, viveza particular y colorido aspecto, llegan desde lo alto para encerrar a la Rutina, huraño ser que se limita a los regaños y comportamientos fríos. Las mujeres reducen a su mínima expresión a este oscuro ser, a lo que el pueblo responde con fiesta y algarabía, reconociéndose en medio de lo que son y finalmente con la posibilidad de ser grises pero felices. 

  

Personajes

  • 3 abanderados en zancos de 30 cm
  • La Rutina, en zancos de 1.20 Ms
  • Ciudadanos, 27 personas aproximadamente
  • 10 músicos 
  • 4 borrachines
  • 5 Alegrías, en zancos de 1,05 Ms

 

Ficha Técnica 

  • Coreografía: Edith Laverde
  • Personajes: Diana Morales 
  • Música: Andrés Blanco
  • Mascaras: Oswaldo Muñoz, Alejo Laverde, Edwin Barrios y Félix Viamonte 
  • Vestuario: Jhonin Vestuario Artístico
  • Dirección: Jhon Ángel Valero
  • Producción general: Colectivo Teatral Luz de Luna, 2017

Aterra

Descripción de la comparsa 

 

El nacimiento. Un árbol frondoso y de diversos colores tierra se erige en el centro del espacio, el viento lo mece hasta hacerlo estremecer. De él empiezan a desprenderse los frutos, ramas y raíces, estos son los cuerpos de hombres y mujeres que no temen a la desnudez, ellos se reconocen entre sí, se descubren y reciben con sorpresa la compañía de otros cuerpos.

 

Cada uno a sus actividades, hombres a la pesca y mujeres a las labores de la tierra, entre tanto, entonan al unísono el pregón:

 

Quisiera, quisiera cruzar el rio

Quisiera cruzar el rio

Sin que la arena me sienta

Ponerle, ponerle grillos al diablo

Ponerle grillos al diablo

Y a la muerte una cadena.

 

La rumba. El sonido dulce de la gaita llama la atención de los pobladores, ellos reclaman un sonar más largo, los tambores repican y se conjugan en armonía con las gaitas, los pobladores gozan con el cuerpo, bailan libres entre unos y otras, como si no necesitaran de un movimiento y código preestablecido, su carga genética es suficiente. 

 

Una de las mujeres anuncia la llegada del divino fermento, en totumas empiezan a compartir la bebida no solo entre ellos sino también con el público haciéndolos parte de la celebración.  

 

El cortejo. Una pareja sobresale con sus movimientos, el resto de pobladores se divide para alentar cada uno a su hombre o a su mujer, ellos se enfrentan desde el movimiento desaforado y apasionado, sus cuerpos están cada vez más cerca, esto invita al resto de la tribu para que se vayan sumando y juntos palpiten un mismo vivir, hasta conformar un nuevo árbol.

 

 

Personajes 

  •   3 abanderados
  •   4 músicos
  •   11 pobladores-bailarines
  •   9 pobladores niños

Ficha Técnica 

  • Coreografía: Edith Laverde
  • Personajes: Diana Morales 
  • Música: El Grupo
  • Vestuario: Jhonin Vestuario Artístico
  • Dirección: Jhon Ángel Valero
  • Adaptación de la obra Aterra
  • Producción general: Colectivo Teatral Luz de Luna - FITB 2018

Miradas Inquietas entre Ollas y Carretas

 

Llamativos personajes que halan sus vehículos de tracción animal y mujeres que llevan a cuestas grandes ollas de barro ofrecen su bebida fermentada. En medio de pregones recorren una y otra esquina en busca del diario y oportunidades que alegren el día y garanticen la noche. 

 

Aparecen grandes hombres de colores tierra transformando la escena en una fiesta popular y con ellos, un locutor sobre una tarima anuncia el gran bazar por el territorio. Hombres de carretas y mujeres chicheras intercambian y comparten sus productos e involucran a los transeúntes o público presente amenizando la fiesta. 

 

La celebración se interrumpe por el conflicto al bailar una u otra música. Llegan al clímax de la pelea y en el momento en que se van a agredir físicamente, reaccionan ante un grupo de niños, que los observan fijamente como pidiendo respuestas de ¿por qué no compartir sanamente? Hombres a las carretas y mujeres a las ollas evaden a los niños y retoman sus actividades, todo vuelve a la esperada calma. Los niños marcan la diferencia en la zona. 

 

Personajes

  • 1 abanderado en zancos de 30 cm
  • El caballo, en zancos de 1.20 Ms
  • Zorreras, 20 personas aproximadamente
  • 10 músicos 
  • 4 borrachines
  • 4 Chicheras
  • 12 niños

 

Ficha Técnica

 

  • Coreografía: Edith Laverde
  • Personajes: Diana Morales 
  • Música: Andrés Blanco
  • Elaboración plástica: Oswaldo Muñoz
  • Diseño de Zancos: el Grupo
  • Vestuario: el Grupo y Yaqui Rojas
  • Dirección: Jhon Ángel Valero
  • Producción general: Colectivo Teatral Luz de Luna, 2014